viernes, 1 de enero de 2010

Plantas para el bienestar familiar...

Investigaciones en este tema muestran claramente como el ambiente tiene un efecto significativo en nuestra estabilidad emocional y en niveles de estrés.

“Psicología ambiental” es el estudio de los efectos que produce el ambiente en el que pasamos gran parte del día sobre nosotros. Investigaciones en este tema han demostrado claramente como el ambiente tiene un efecto significativo en nuestra estabilidad emocional y en niveles de estrés. Los parques y los espacios verdes abiertos reducen el estrés. Por lo tanto, barrios con sectores de recreación, calles arboladas y plazas son necesarias e imprescindibles en sectores urbanizados.

Es importante también mejorar la calidad de vida en el interior de las viviendas y lugares de trabajo, no sólo en cuánto a la elección de los materiales y el control de las condiciones ambientales (aire, temperatura ambiental, iluminación, acústica, etc) sino para poder determinar los efectos psicológicos posteriores. En particular en aquéllos lugares dónde las personas están ocho horas diarias durante cinco días a la semana, el impacto ambiental sobre la salud y bienestar de sus habitantes es, sin duda, significativo.

Las plantas de interior son muy comunes en casas, oficinas, comercios y hospitales. Intuitivamente las personas detectan la presencia de plantas en el ambiente, no sólo desde el punto de vista de la apreciación estética, sino debido a un componente psicológico que enciende un 'piloto automático' del ser humano: muy profundamente existe en nosotros una conciencia heredada que reconoce a la naturaleza y a los elementos naturales como algo familiar y conocido. Por lo tanto, algunas plantas en el interior de una habitación conformarían un entorno que, al menos un poco, se acerca a nuestro ambiente ancestral y natural en los bosques. Por otro lado, cuando nos encontramos en un ambiente no familiar, empleamos parte de nuestra energía mental para asegurar un distanciamiento y una protección a lo desconocido.

En los últimos 50 años aproximadamente, el estilo de vida ha llevado a una desconección con el mundo natural. Las construcciones demandan estudios minuciosos para lograr un estándar de vida cada vez mejor y más saludable. Se controlan factores como la calidad del aire, temperatura ambiente, humedad, mobiliario confortable, colores apropiados, acústica aceptable y otros.

En lugares cerrados como oficinas, bancos, supermercados se trata de optimizar el rendimiento del trabajador y que la sensación de permanencia en dicho lugar resulte agradable.

Las plantas han estado filtrando y mejorando la calidad del aire, humidificando el ambiente y refrescándolo desde mucho tiempo antes de que se comenzaran a usar estos procesos para mejorar las instalaciones y servicios en las construcciones. Las características del aire en el interior de una habitación puede alterarse por la presencia de plantas. Las plantas reducen los niveles de dióxido de carbono, existiendo algunas especies que reducen las concentraciones durante el día y otras lo hacen de noche. Las plantas incrementan la humedad relativa ambiente mejorando el confort de los seres humanos, particularmente en ambientes climatizados. Además, las raíces en asociación con la microflora del suelo, reducen niveles de ciertos gases nocivos tales como formaldehído y dióxido de nitrógeno. Todos estos efectos y los que quedan por descubrir, contribuyen a mejorar la calidad de vida.

La transpiración de las plantas aumenta la humedad ambiental y por lo tanto, la estática disminuye. Especies como Raphis y Marantha, que necesitan ser rociadas con frecuencia, podrían resultar beneficiosas en ambientes cerrados climatizados y con bajo porcentaje de humedad. El incremento en dicho porcentaje ha llegado a alcanzar un 5 %, pero la densidad de plantación para lograrlo sigue siendo aún demasiado elevada para un lugar de trabajo.

La fotosíntesis aumenta los niveles de oxígeno y disminuye los de dióxido de carbono. Ciertas plantas suculentas (capaces de retener agua en sus tejidos) son nativas de lugares calurosos y secos; las Orquídeas y Bromeliáceas (por ejemplo, el ananá) son plantas de lugares calurosos pero húmedos. Estos grupos de plantas se comportan de modo opuesto al resto de las plantas de otras familias en lo que respecta al ciclo día-noche. Combinando este tipo de plantas con otras convencionales se ha logrado controlar los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en un ambiente cerrado.

El polvo en una habitación puede contener microorganismos y otras sustancias alergénicas que afectan la salud del hombre. Ha sido demostrado que la presencia de plantas de hoja en el interior disminuye la cantidad de polvo ambiental en casi un 20 %; si bien no se conocen los mecanismos que intervienen en esta mayor capacidad de retención, no parece ser sólo un asunto de mayor superficie de bloqueo en la caída de las partículas del polvo, ya que ciertas plantas que poseen una pubescencia prominente ( pelos epidérmicos ) en las hojas podrían mejorar el nivel de capatación de partículas.

Luego de casi 20 años de estudios la NASA reveló que las plantas combaten la polución del aire existente en ambientes cerrados. Según el Dr Wolverton éstas absorben las sustancias químicas a través de los poros que se encuentran en la cara inferior de las hojas. Las bacterias que normalmente se encuentran asociadas con las raíces ayudan a romper la estructura química de los contaminantes que luego serán captados por las raíces como nutrientes. Se necesita un conjunto de plantas de diferentes especies ya que una sola especie no es capaz de procesar a todos las sustancias químicas existentes (se sugiere de 1 a 2 plantas cada 9.3 m cuadrados). Dentro de las sustancias analizadas se vió que el ecosistema hojas-raíces-suelo y microorganismos puede remover humo, sustancias orgánicas volátiles, microorganismos patógenos y probablemente radón. Trabajos en Azalea, Scindapsis y Dieffenbachia, plantas de interior comunmente usadas, demostraron su capacidad de absorber ciertos gases tales como el formaldehído (presente en materiales de aislación, pegamento para alfombras, humo de cigarrillo, etc), benceno (agente carcinogénico presente en el cigarrillo y en ciertas soluciones limpiadoras) y el tricloroetileno (existente en adhesivos en aerosol y agente cancerígeno).

Si bien la cantidad de plantas y los niveles de sustancias químicas en el aire utilizadas en estas experiencias fueron superiores a lo que normalmente se esperaría tener en una habitación cerrada, estos estudios apuntan a que el hombre pueda llegar a vivir en ambientes cerrados o en el espacio empleando un sistema de supervivencia natural.

En 1995 la NASA presentó un experimento en el cuál un ser humano vivió durante 15 días en una habitación herméticamente sellada de 3 x 4.25 m gracias al oxígeno producido por 30.000 plantas de trigo; el astronauta debió realizar ejercicios físicos para proveer de suficiente dióxido de carbono a todas esas plantas !

Las plantas además alteran la acústica de una habitación. Su influencia es más notoria con altas frecuencias a las que pertenecen muchos sonidos molestos y su efecto es más detectable en lugares cerrados con paredes o pisos de superficies duras (mármol, piedras, etc.).

A medida que los trabajos son tecnológicamente más complejos, la frecuencia de desórdenes producidos por el estrés también aumenta. La interacción con plantas, tanto pasiva como activamente, puede cambiar la actitud humana, el comportamiento y sus respuestas psicológicas. Los niveles de estrés se reducen tan sólo mediante la observación pasiva de un lugar verde a través de una ventana. Se ha demostrado que la vista que una persona enferma tiene desde su cama puede acelerar su capacidad de recuperación cuándo ésta está dirigida hacia una ventana. Estudios realizados con oficinistas demostraron que el estrés disminuye en aquellas personas cuyas oficinas tienen vistas hacia exteriores con plantas. Si la sola presencia de ventanas puede generar estos efectos positivos en el control del estrés y en la salud, ¿por qué no intentar conseguir los mismos resultados con plantas de interior?.

Hacia 1960 en Alemania se hizo referencia a que la presencia de plantas en los lugares de trabajo mejoraba la actitud de los empleados, disminuía el ausentismo y aumentaba la eficiencia laboral. Trabajos recientes demostraron que la productividad de los participantes aumentaba hasta en un 12 % la velocidad de reacción en tareas de computación, así como el nivel de estrés (medido en función de la presión sanguínea) debido a la incorporación de plantas al lugar de trabajo. Estudios recientes corroborarían esta influencia ya que el grupo de personas analizadas afirmaron estar más atentas en sus tareas en presencia de plantas y reportaron además un nivel bajo de emociones negativas, incluídos el enojo y el miedo.

Las plantas de interior pueden mejorar el bienestar y la salud de los ocupantes, ya sea en un hogar o en una oficina. La mayoría de la gente reconoce que es positivo tener plantas en su lugar de trabajo, son bonitas, es un ser vivo que se protege, se cuida y se ve crecer. Estas influyen en la percepción humana, al menos desde el punto de vista de la belleza y la estética, aunque estas consideraciones no hayan sido científicamente comprobadas. Se están estudiando las ventajas que puedan ofrecer las plantas en dar algunas soluciones, más naturales y de menor costo, a los problemas constructivos relacionados con el 'síndrome del edificio enfermo'.

Al estar en relación con las plantas existe una menor tendencia a enfermarse. Desde el punto de vista económico esto resulta favorable ya que aumenta la efectividad laboral no sólo por disminución de enfermedades sino por una mejora en la sensación de bienestar.

Cuando se estudia cualquiera de las leyes universales y eternas de la naturaleza, lo mismo si se relacionan con la vida, la formación, la estructura y movimientos de un gigantesco planeta, que si se trata de la planta más diminuta o de los movimientos sicológicos del cerebro humano, son necesarios ciertas condiciones para podernos convertir en intérpretes de la naturaleza o en creadores de una obra de valor para el mundo. Hay que dejar a un lado las ideas preconcebidas, los dogmas y todos los prejuicios personales.Hay que escuchar pacientemente, en silencio y con reverencia, una por una, las lecciones de la madre naturaleza que proyectan luz en lo que antes era misterio, de forma que cuantos quieran puedan ver y saber. Ella sólo descubre sus verdades a los que son pasivos y receptivos. Aceptando las verdades que ella les sugiera, adonde quiera que lleven y conduzcan, tenemos en armonía con nosotros a todo el universo. Por fin el hombre ha encontrado un fundamento sólido para la ciencia, después de descubrir que es parte de un universo eternamente inestable en su forma, pero eternamente inmutable en su esencia. (Luther Burbank, 1927).

Quizás para lograr esa sensación de bienestar alcance con sólo sentarse a observarlas.

LIC. CECILIA NOCERA
Editorial Errepar

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